Nunca jamás habría podido
imaginar que mi semana de feria malagueña no acabara en su Coso,
sino en la plaza de toros de Antequera.
Hoy tocaban rejones, pero ayer me inyectaron el veneno para unirme a un
grupo que venía a la coqueta plaza de la Sierra malagueña. En primer lugar antepuse el deber para
terminar el trabajo que comencé el domingo pasado, pero el antídoto que me
inyecté no fue el adecuado. Cómo podría negarme a ver anunciados a 60
kilómetros al Pana, a Morante y
Talavante? Así que a mediodía emprendimos un viaje imprevisto que acabó siendo
un bocado de Gloria.
Solo ver salir a los tres
matadores salir del hotel en coche de caballos hacia la plaza acompañados por
sus cuadrillas vestidos de goyesco mereció la pena.
La llegada a la plaza era un
auténtico hervidero de gente llegada de todos los rincones del mundo, partidarios empedernidos, aficionados y hasta
buscadores de sensaciones.
Creo que todos vinimos a
eso. A sentir y a dejarnos llevar por el
toreo de tres auténticos magos que nos trasladaran a otro tiempo, a otra época.
El Pana apareció vestido de caña bordado en blanco y con
hombreras negras, medias blancas y un
enorme puro con la redecilla Goyesca negra en la cabeza.
El paseíllo lo hicieron en
coche de caballos seguidos de otro coche lleno de mujeres vestidas de mantilla.
El mexicano fue el primero en acceder a pie a la plaza y todo el mundo se puso
en pie para recibirlo. Tras un par de minutos aparecieron sus compañeros de
terna que creo querían cederle su momento de gloria.
El
Pana
formó un auténtico alboroto con la capa a su primero recibiendo con el percal
invertido y grandes verónicas con el compás abierto. La capacidad de este
torero no tiene parangón. Mostró diferentes suertes capoteras de mi querido
México pero con su sello indiscutible. Le echó
mucho valor Rodolfo a este toro,
y en todo momento fue reconocida su labor al unísono por todo el aforo
completo. Con gran parsimonia se fue paseando hacia el palco a pedir permiso
para comenzar la faena de muleta. La corrida de Jandilla no tuvo clase ni fondo
e incluso los dos de Morante fueron imposibles. La tarde parecía estar
destinada al triunfo del torero de Apizaco.
El comienzo junto a tablas por la espalda hizo palpitar corazones muy
deprisa, reconociendo que el matador venía a estar de verdad. Lo toreó por
ambos pitones de forma clásica pero genial,
faena impregnada de sabor añejo que caló
hondo en los tendidos. Hubo estatutarios, pases enormes de pecho, revoleos varios. Demostró capacidad y gusto
pero sobre todo fue una faena meritoria de premio y tras matar de estocada
cortó la primera oreja de la tarde. El cuarto, un tanto más brutote fue el
segundo toro menos malo y con el que el Pana volvió a dejar constancia de su
pellizco tauromágico. Afortunadamente se llevó el mejor lote porque si no
estamos allí aún. Se le atragantó la espada y no dio una ni dos, sino tres vueltas al ruedo mientras todos
jaleaban el Torero Torero!
Alejandro
Talavante demostró esa seguridad rotunda y aplastante que demuestra
cada tarde en el ruedo. Vestía un traje malva y oro bordado en negro, y a su
primero lo recibió a la verónica a pies juntos para después llevarlo con el
capote invertido por detrás. Tras brindar al respetable comenzó con
estatuarios, y ligando al toro fue sacando todo lo que el toro llevaba a base
de firmeza y disposición infinita. Estuvo siempre muy cruzado y metido entre
pitones sin moverse un ápice de la arena que pisaba. Pudo estar más a gusto al
natural, y tras pinchazo, media y
descabello recibió palmas en agradecimiento a su esfuerzo. Pero nada fue el
esfuerzo que se pudiera comparar a la faena realizada al sexto. Ahí hubo de sacar esa inteligencia y
rotundidad que le caracteriza. El toro fue muy complicado y él lo fue
embarcando hasta hacerse con él. Tan
meritoria fue su labor, que tras matar de estocada cortó las dos orejas con
mucha fuerza. Con este tipo de toros es muy difícil estar bien, pues no ayudan
nada al ser inciertos y si cortó las dos orejas ya pueden hacerse idea de cómo
estuvo... Destacó Trujillo tanto con la capa como en banderillas.
Morante que
vestía un terno negro bordado en blanco, no tuvo toro alguno para poder
ejecutar su toreo. Sí dejó muchos detalles. El primero no tuvo un pase y el
sevillano lo pasaportó lo antes que pudo.
Y en el quinto hubo más de lo mismo. No tuvo toros pero disfrutó mucho
viendo triunfar a su amigo torero mexicano que sustituía a Rivera. En general
nos divertimos de lo lindo con el ingenio de El Pana, que pareció no tener fin.
Ojalá y se pudiera disfrutar muchas tardes como ésta... Si los presidentes
empiezan a respetar al que está abajo que se juegan la vida, y les dan lo que
se merecen y ganan en el ruedo seguiremos con todo esto hacia delante. Hay que
hacer limpieza de palcos presidenciales porque si no, mal vamos.
Que ya está bien de mangazos. En Málaga han quedado todos los premios
desiertos.... Una noche más y todas las noches me despido con el #FuerzaFortes. Ojalá y se recupere pronto... Seguiremos
rezando por él.
#FUERZAFORTES
Crónica de Conchita Rodriguez
Ficha
del Festejo
Ganadería de Jandilla
"El
Pana", oreja / tres vueltas al ruedo
"Morante
de la Puebla", ovación tras petición / silencio
Alejandro
Talavante, ovación con saludos / dos orejas
Incidencias.- Más
de media entrada. "El Pana" sustituye a "Paquirri". Puerta
grande para Alejandro Talavante. Talavante obtuvo el premio al Triunfador de la Corrida Goyesca.
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