sábado, 6 de agosto de 2016

David de Miranda, entre los grandes.

Puede que haya muchas tardes en la carrera de un torero, pero la tarde que vivió ayer David de Miranda en el coso de La Merced, esa, esa tarde no lo va a olvidar en la vida.

La plaza a reventar, el gentío alrededor de la plaza, tarde de expectación, infinidad de medios alrededor de una tarde cubierta con el halo de la presencia de José Tomás en el cartel estrella de la Feria de Colombinas, todos los alicientes para una tarde grande.

Y vaya que si fue grande, José Tomás, Alberto López Simón y David de Miranda, desparramaron los botes de esencias de su toreo por el albero mercedario, impregnado de un sabor y una aroma que todos los presentes tardarán en olvidar.

No nos dejemos por detrás el motor principal de la fiesta, El Toro, ese que te puede dar o quitar del sitio, ese sitio que pisan algunos y que quita el hipo y te encoge el corazón. Ayer tarde de toros, algunos tomaron caminos de tablas, otros aguantaron el tipo, otros empujaron en el caballo, pero todos tuvieron un denominador común, la nobleza. Ni el mejor alquimista hubiese elegido una combinación tan variada para esta gran tarde de toros.

David soñaba con esta tarde desde hace tiempo y la tarde llegó, de blanco inmaculado y oro, hacia el paseíllo flanqueado por José Tomás y Alberto López Simón, como no iba a estar radiante con semejantes compañeros de cartel.

El toro de su alternativa “Distante” Nº42 de capa negra y de 495 kg en la romana, nacido el 11/11 de la ganadería de Victoriano del Río. No pudo tener mejor compañero de viaje en una tarde que permanecerá en los anales de la historia.

Salió dispuesto, a darlo todo, a dejar la piel en cada lance, a despertar al dormido, a dar luz, a llevar a Trigueros y Huelva a lo más alto en el panorama taurino Nacional. Y a ciencia cierta que lo consiguió.

Tanto en el recibo de capote, a la verónica, como en los quites que intercaló con ajustadas y comprometidas gaoneras entre otros por tafalleras, siempre al límite, sin mover un músculo, pasándolo a milímetros de la taleguillas, mientras miles de almas se les encogía el corazón en cada lance.

La ceremonia de alternativa de manos de José Tomás y López Simón como testigo daba paso a una faena para enmarcar, ajuste, temple, mando y sobre todo presencia en la plaza llenaba cada resquicio del coso centenario, miles de ojos prestaban su atenta mirada a cada trazo, cada natural, cada pase en redondo, los trincherazos, y así se sucedían, uno tras otro, con una prestancia que hacía de aquella obra algo grande. La hora de la verdad llegó y el susto con ella, la tizona viajaba certera al hoyo de las agujas mientras que el pitón derecho del burel viajaba de igual forma al mentón del torero, propinándole un pitonazo que lo dejó unos segundos tirado en el suelo, con el consiguiente susto para todos. Un emotivo brindis a su madre precedió a todo ello, mientras que la plaza se colmaba de pañuelos blancos para pedir las orejas del burel que paseo por partida doble en el toro de su alternativa.

Su padrino José Tomás, no se guarda nada y cada tarde que se anuncia deja la piel en ello, dos faenas de calidad, ajustándose al máximo en cada lance, pases redondos interminables, naturales sublimes y unos trincherazos de los de poner en las cartelerías de las grandes ferias. Así es su paso por Huelva del de Galapagar, Huelva le quiere y él quiere a Huelva. Para enmarcar el inicio de faena al cuarto de la tarde, un extraordinario toro de Victoriano del Río, de calidad y nobleza propia de las mejores tardes, se lo llevo desde el tercio a los medios toreando al paso, con cadencia, ritmo, gustándose y gustando al respetable que se rompía las manos en sonoros aplausos. Antesala de una faena redonda, con enjundia y que a todo el mundo puso de acuerdo, ambas faenas las firmo con soberbias estocadas. En el cuarto con petición de rabo no atendida fue de alto voltaje, con la consiguiente bronca al presidente por no concederla, tras terminar una calurosa vuelta al ruedo del de galapagar con el doble trofeo.
El torero de Barajas López Simón no tuvo suerte en su primero, pero se desquitó en el quinto, hubo de irse a los terrenos del toro, que buscaba tablas descaradamente y allí le planteo faena, una lucha de titanes por arrancar lo que de bueno tenía el toro, y López Simón se lo sacó, hasta la última gota, exprimió al máximo a su antagonista en un toreo de verticalidad y buen trazo. En las postrimerías se puso en los terrenos de cercanías para abrochar una obra que precisaba remata, y vaya que si lo consiguió, una estocada de buen viaje y el doble trofeo en sus manos para acompañar a sus compañeros de cartel por la puerta grande.

Ficha del festejo
Toros de Victoriano del Río, bien presentados y variado juego.

José Tomás, dos orejas /dos orejas con petición de rabo
López Simón, ovación en el tercio tras aviso / dos orejas
David de Miranda, dos orejas / ovación

Incidencias.- Lleno de No Hay Billetes. Se desmontaran, Fernando Pereira y Pedro Muriel en el primero, Miguel Martín en el cuarto y Manuel Contreras en el sexto. 

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