VICENTE
PARRA ROLDÁN
Se cumplen noventa y dos años
de la alternativa del quinto
miembro de la dinastía taurina más longeva de cuantas existen en la historia
taurina, la de los Litri, iniciada en el año 1.850, fecha de la aparición en
los ruedos del primero de sus miembros, Manuel Báez Araúz, conocido como “El
Mequi”, hasta la actualidad, con la presencia de Miguel Báez Spínola,
continuador del apodo “Litri” y en espera que, muy pronto, aparezca un nuevo
Miguel Báez. La dinastía de los Litri ha estado presente en el panorama
taurino, dejando estela de su valentía y regando con su sangre – incluso,
ofreciendo su vida, como en el caso de Manolito Báez “Litri” – para demostrar
que querían ser los mejores de cada momento.
La dinastía “Litri” fue iniciada por Manuel Báez “El
Mequi” y continuada por sus hijos Miguel,
el primer “Litri de la historia y Lucas Báez Quintero “Lúcora”; sus
nietos José Rodríguez Báez “Litri II”, Manuel Báez Gómez “Manolito Litri” y
Miguel Báez Espuny “Litri” así como su bisnieto Miguel Báez Spínola “Litri”.
No todos ellos llegaron a ganarse un puesto en la
historia de la tauromaquia, pero también contribuyeron a engrandecer a esta
dinastía, como son los casos de “Lúcora” y de “Litri II”; sin embargo, algunos
tratadistas han reconocido a estos como miembros de la dinastía y, de ahí, que,
en ocasiones, haya errores a la hora de enumerar a los distintos componentes de
la misma. De ahí el buen acierto de los protagonistas, de la familia Báez
“Litri”, de no utilizar ningún cardinal junto al apodo familiar.
De la primera actuación de la que se tienen noticias
es la que tuvo el 20 de junio de 1.919, cuando contaba tan solo 13 años de
edad, en una “encerrona” en la plaza de toros de Huelva. A partir de ahí,
comenzó su preparación hasta que el 15 de agosto de 1.920, y en Valverde del
Camino, vistiera su primer traje de luces actuando junto a Rafael Posada. Una
semana más tarde debutó en la capital y dos años más tarde, el 3 de agosto de
1.922, debutó con caballos alternando con “El Algabeño hijo” y Pepe Belmonte.
Tras una triunfal carrera novilleril, se anunció su
alternativa para el 28 de septiembre de 1.924 en la plaza de toros de Sevilla.
En aquella ocasión se lidiaron reses de Moreno Santamaría y fue apadrinado por
Chicuelo y contó con el testimonio de Pablo Lalanda.
Manolito saludó a su primero con varias verónicas
imponentes y, en el tercio de varas, rivalizaron los espadas en los quites.
Tras el ritual de la ceremonia, Litri muleteó muy cerca y ceñido, tumbando al
cornúpeta de un pinchazo y estocada hasta el puño, algo descolgadilla, entrando
bien corto y por derecho, recibiendo muchas palmas. En el sexto lo fijó con
varias verónicas apretadísimas, un magnífico farol y un remate artístico. En
quites, volvió a hacerse aplaudir por su valentía y mató de dos pinchazos,
media estocada, resbalándose al arrancar en el primero, y un descabello.
Al día siguiente, Manolito volvió a torear en el
mismo ruedo ante reses de Pérez de la Concha alternando con “Chicuelo” y
Antonio Posada. Manolito se encontró con un primero manso y lo trasteó con
brevedad para dejar un pinchazo, sufriendo un encontronazo, media alta, una
corta atravesada y un descabello. En el que cerró plaza, lanceó bien, siendo
ovacionado. Con la muleta hizo una faena por la cara y, después de un pinchazo
por lo alto, dejó una buena estocada, recibiendo muchas palmas al concluir con
sus oponentes.
Unos días después,
concretamente el 9 de octubre, y en festejo a beneficio de la Cruz Roja,
Manolito confirmó su doctorado de manos de Lalanda, actuando el rejoneador
Antonio Cañero y Nicanor Villalta en la lidia de reses de Villamarta.
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