VICENTE
PARRA ROLDÁN
A pesar de la importancia que
la festividad del 12 de octubre ha tenido en nuestra ciudad, en muy pocas
ocasiones ha sido una fecha elegida para la celebración de espectáculos
taurinos.
En el último medio siglo tan
solo se han celebrado cinco festejos, de los que dos fueron corridas de toros,
otros dos fueron festivales benéficos y una novillada de promoción.
El más añejo de todos tuvo
lugar en 1.970 en la ya desaparecida Plaza Monumental y fue un festival a
beneficio de la Hermandad del Rocío en el que actuaron Antonio Bienvenida, Luís
Miguel Dominguín, Miguel Báez “Litri”, Antonio Borrero “Chamaco”, Diego Puerta
y Curro Vázquez, que reemplazó al herido Paco Camino.
En la lidia de los novillos del
Marqués de Albayda, Antonio Bienvenida y Luís Miguel Dominguín fueron muy
ovacionados; Litri cortó el rabo, al igual que lo hiciera Diego Puerta; dos
orejas cortó Chamaco y una Curro Vázquez.
Hubo que esperar hasta 1.984, con la
reinauguración de la plaza de la Merced, para otro festival también de carácter
benéfico. En lugares destacados estuvieron el presidente de la Junta de
Andalucía, José Rodríguez de la Borbolla, y el Premio Nobel de Literatura,
Gabriel García Márquez.
Este festejo será recordado por
dos hechos notables: por un lado, la presentación en público del joven Miguel
Báez Spínola y, por otro, por el indulto del novillo, de nombre Friolero, de la
ganadería de Jandilla y que había sido lidiado por Diego Puerta.
El rejoneador Manolo Vidrié,
con un novillo de Puerta Hermanos, cortó una oreja, el mismo trofeo que Miguel
Báez Litri padre; dos orejas obtuvo Antonio Borrero Chamaco; los máximos
trofeos simbólicos fueron paseados por Diego Puerta; Curro Romero y Paco Camino
obtuvieron un trofeo mientras que Litri hijo cortó las dos orejas.
En 1.986 el festejo se adelantó
en un día y se llevó a cabo la primera edición de la Feria Taurina
Iberoamericana que, en esta ocasión, estuvo dedicada a México, lidiándose toros
de San Mateo, llegadas desde aquellas tierras. El triunfador de la tarde fue
Tomás Campuzano que totalizó tres orejas; el Mejicano David Silveti cortó un
trofeo y oyó un aviso mientras que Ortega Cano paseó el ruedo en el que abrió
plaza.
La segunda edición se celebró
el 12 de octubre de 1.987 lidiándose cinco toros de los Herederos de Bernardino
Píriz y uno, que salió en quinto lugar, de Gabriel Rojas. Curro Romero y
Fernando Cepeda fueron ovacionados y el triunfador de la tarde fue Emilio
Silvera que cortó una oreja a cada uno de sus oponentes.
La fecha se perdió hasta que en
el año 1.998 y dentro del ciclo de novilladas organizadas por la escuela
taurina de Huelva se celebró la final del mismo, lidiándose dos erales de
Concha y Sierra, dos de Domínguez Camacho, dos de Arucci y uno de Manolo González.
El rejoneador Fernando Toronjo cortó dos orejas, José Ignacio González obtuvo
las dos de su primero; Víctor Raúl Vargas totalizó tres apéndices y el
triunfador fue Miguel Ángel Boza “El Cubi” que sumó tres orejas y un rabo.
Y, desde entonces, hace ya 18
años, la fecha del 12 de octubre está vacante en los ambientes taurinos
onubenses aunque, en los últimos años, la Corrida Pinzoniana viene a cubrir
este hueco.
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