Indultos MIL
Cualquier aficionado que se
precie se alegra de que un toro bravo vea perdonada su vida en el ruedo.
Siempre hemos querido esgrimir
en duración en nuestra defensa ante enemigos de la Fiesta el argumento del
indulto. Era y es una satisfacción ver
como después de embestir con nobleza,
bravura y de forma incansable, de menos a más, al torero mirar al
presidente y este, con el reglamento en la mano sacar el pañuelo naranja.
Cuando no era reglamentario en
plazas de menor categoría nos empeñamos en ampliarlo y se cambiaron las leyes
para que fuera moneda de curso legal en cualquier plaza.
Hasta ahí de acuerdo pero….. observemos
cuantos toros, o mejor contemos, cuantos se han indultado en los últimos meses.
¿Qué está pasando? ¿Son mas bravos los toros o somos menos exigentes nosotros?.
Porque hay muchos de esos toros
indultados que el ganadero no quiere ni pa “majarlo”.
Claro que el torero es el
primer interesado porqué indultó un toro y el ganadero porque se lo
indultaron…. ¿No nos estaremos pasando?.
Indultos sí pero con razón
Juan Belmonte
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