domingo, 29 de septiembre de 2013

PLAZA DE TOROS DE RONDA. HISTORIA E IMÁGENES

La Plaza de Toros de Ronda, propiedad de la Real Maestranza de Caballería de Ronda, es una de las más antiguas y monumentales Plaza de Toros.
Ronda es considerada como una de las cunas de la tauromaquia moderna surgida en el siglo XVIII, en una ciudad donde se conservaba muy viva la tradición de la caballería al existir una corporación dedicada a que no se perdiera la disciplina ecuestre.
Las necesidades de defensa del territorio hicieron que Felipe II fundase en 1572 la Real Maestranza de Caballería de Ronda, para que se mantuviese el necesario manejo de los caballos. Para ello, este cuerpo dedicó un espacio de la ciudad para los ejercicios ecuestres, entre los cuales, como es tradicional en España desde la Edad Media, se incluyeron los juegos de destreza con toros. La bravura de este animal al acometer a caballos y jinetes servía de inigualable entrenamiento a los caballeros, y se convertía en un emocionante espectáculo para toda la población.
Cuando en el siglo XVIII los toreros a pie toman el relevo de los caballeros en los juegos con el toro, surge en Ronda la familia de los Romero, que durante tres generaciones reúne a los toreros más singulares de la época. Entre ellos destacó sobre todos Pedro Romero (1754-1839), figura cumbre y la más representativa de la historia de la tauromaquia. Se retiró después de estoquear más de 5.600 toros, sin recibir el más mínimo rasguño. Su personalidad consiguió que su oficio alcanzara respeto y dignidad social, al reunir valor, destreza y sentido estético. Pedro y su hermano José Romero fueron retratados por Goya.

El auge del toreo llevó a la Real Maestranza de Caballería de Ronda a erigir su famosa plaza, obra que se atribuye a Martín de Aldehuela, el mismo arquitecto del Puente Nuevo sobre el Tajo de Ronda. La construcción de la plaza duró seis años, y fue inaugurada en 1785 con una corrida de toros en la que actuaron Pedro Romero y Pepe-Hillo. Concebida en piedra arenisca con un esquema monumental, la nobleza de su traza arquitectónica, con su doble galería de arcadas y la ausencia de tendidos al descubierto, tiene más espíritu de claustro que de recinto para espectáculos, y recuerda al patio circular del famoso palacio de Carlos V en la Alhambra de Granada.
Su ruedo de 66 metros de diámetro está considerado como el más amplio del mundo y está circundado por un callejón formado por dos anillos de piedra. Los tendidos tienen cinco filas de gradas, de dos pisos, con 136 columnas formando 68 arcos de columnas toscanas, salvo la del Palco Real. Cubierta con tejado a dos aguas de teja árabe, la elegancia de su interior no tiene igual en ninguna otra plaza de toros.
En el siglo XX, una segunda dinastía de toreros rondeños, los Ordóñez, constituye otra aportación de Ronda a la historia de la Tauromaquia. Sus dos figuras fundamentales fueron Cayetano Ordóñez (1904-1961) y su hijo Antonio Ordóñez (1932-1998), que despertaron, por su manera de concebir el toreo, el interés de personalidades como el cineasta Orson Welles y del escritor norteamericano Ernest Hemingway, a los que dedicó obras como Fiesta y Muerte en la tarde.
Fueron los Ordóñez los que inauguraron en 1954 la corrida goyesca de Ronda, con motivo de la celebración del II Centenario del nacimiento de Pedro Romero. Se trata de un festejo con el exorno, vestimenta y el aparato de los tiempos de Francisco de Goya. La corrida tiene lugar a principios de septiembre, coincidiendo con la más popular de las tres ferias que celebra Ronda, junto a una exhibición de carruajes y enganches y una corrida de rejoneo.

La corrida goyesca (de Ronda o de cualquier otra ciudad) está compuesta por matadores de toros, banderilleros y picadores, todos ellos vestidos con trajes goyescos, una vestimenta surgida en el Madrid del siglo XVIII y utilizada hasta el siglo XIX por su burguesía para, posteriormente, extenderse su uso al resto de España.
La primera corrida goyesca de Ronda se celebró con el II Centenario del nacimiento del torero Pedro Romero en el año 1954 y por influjo de Cayetano Ordóñez en la plaza de toros de Ronda, propiedad de la Real Maestranza de Caballería de Ronda.
La segunda corrida goyesca hubo de esperar a 1957. Será la primera edición en la que el hijo de Cayetano, Antonio Ordóñez participe. Este matador se convertirá en el auténtico centro de las goyescas y en su empresario. Gracias a su labor durante todos estos años, las goyescas son una fiesta destacada del calendario taurino, ejemplo de la tauromaquia de nuestros días, y en un acontecimiento social y cultural que trasciende a la propia ciudad de Ronda.
Actualmente, se celebran durante los primeros días de septiembre enmarcadas en la Feria de Pedro Romero junto a una novillada sin picadores y otra de rejones, así como el Concurso Exhibición de Enganches de Ronda. Francisco Rivera Ordóñez desempeña la labor de empresario para esta tercera etapa.

El Museo de la Real Maestranza de Caballería de Ronda está situado bajo los tendidos de sombra, y sus contenidos se dividen en tres grandes apartados: La Real Maestranza de Caballería de Ronda, Orígenes y evolución de la Tauromaquia, y Ronda en la Historia de la Tauromaquia.
Cuenta con una colección de aguafuertes, grabados, litografías y estampas, con una edición de la «Tauromaquia» de Francisco de Goya, y las tauromaquias de extranjeros como Lake Price, Victor Adam y Edward Orme; libros, ejecutorias y grabados relativos a la disciplina ecuestre, óleos del XVII, XVIII y XIX, cartelería histórica y contemporánea, trajes, objetos y documentación relacionados entre sí con complementos gráficos para ofrecer una visión de conjunto que permite acercarse al universo de la tauromaquia de forma didáctica y clara.



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