sábado, 21 de junio de 2014

Capeas de San Juan del Puerto. Segunda Jornada con un buen novillo de Prieto de la Cal.

Segunda tarde en las Capeas de San Juan del Puerto (Huelva), y como cada día la plaza empalizada a la espalda de la iglesia parroquial, se encontraba como el día anterior, colgado el cartel de "no hay billetes". 

Muchas caras conocidas en las gradas del recinto Sanjuanero, El Delegado del Gobierno, D. José Fiscal, el ganadero D. Tomás Prieto de la Cal, el matador de Toros D. José Doblado.  

Una magnifica organización, extraordinariamente dirigida por un gran profesional, el hombre de plata Raúl Corralejo como director de lidia, lleva estos dos días de capeas sin perder de vista a ninguno de los espontáneos que saltan a la arena para verse las caras con las vacas previas a la lidia de la parte seria. 

Hasta un total de ocho vacas saltan cada día al coso empalizado, desde un previo recorrido por la calle debidamente empalizada y con arena por todo el recorrido para facilitar la buena labor de mozos y reses. Una vez en la plaza se enchiqueran en un corral común para darle salida de una en una, siendo el colofón final con la parte seria por parte de un novillero sin caballos. 
Para la parte seria se lidia un eral, en este caso de ganaderos de la zona, Marcelino Acosta, Prieto de la Cal y Manuel Ángel Millares. 
En la tarde del 19 de junio, el primero en actuar en estas capeas 2014, ante un eral de Marcelino Acosta fue el onubense Paco Pizarro, se le vio frío, falto de experiencia y con dificultades para encontrarse delante de la cara del eral. Un primer plato al que puso voluntad y le falto ligazón y técnica.

En la tarde del 20 de junio, el segundo de los erales a lidiar de a ganadería de D. Tomas Prieto de la cal, para el novillero Emilio Molina. Una interesante lidia ante un novillo que derrocho clase por ambos pitones, inicio a porta gayola y al relance hubo de soltar la capa, y sin apenas darle tiempo a nada un revolcón sin consecuencias. Se rehízo con prontitud y estuvo firme y decidido toda la lidia. Con temple y mando llevo al natural al
burel que seguía con celo la pañosa. Los Oles del público congregado en la plaza hizo de esta segunda tarde una jornada de muchos kilates.

Como aperitivo a este eral, fueron algunos los valientes que saltaron para hacer de maestros ante las vacas que salían por los chiqueros. Y para muestra algunos botones, que verdad que la afición no tiene edad, un aficionado cargado de edad, sabiduría, sabor y buenas maneras, salto en dos de las vacas, con la lógica
preocupación de los asistentes y finalmente con el asombro de estos, por el manejo y el valor demostrado en sus lances. 







Otro de los que sorprendió fue el conocido hombre del toro de Huelva, Miguel Conde, que salto en la vaca mas fuerte de la tarde, y dejo destellos de su toreo. Un sabor añejo de aquellos años en que quería ser torero y dejó el oro por la plata, para convertirse en uno de los mejores en su gremio. 

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