EL RINCÓN DE PEDRO
JOSÉ TOMÁS ROMÁN MARTÍN
José Tomás ha sido considerado un torero distinto, capaz de combinar en sus actuaciones estilo, compromiso, toreo hondo y regularidad.
Es frecuente que abra la faena de muleta con una serie de estatuarios, marcados por otros de
sus sellos personales, la verticalidad y la quietud. Entre medias destaca su toreo al natural, ejecutado con gran pureza, y que constituye la base de su faena. Sus naturales de frente a pies juntos resultan de una emoción y belleza sublimes. En el toreo con la derecha es menos brillante pero muy eficaz y notable. Los pases de pecho, sobre todo los ejecutados a pies juntos, son de gran personalidad. Tiene pases de la firma para rematar sus series, de mano baja, muy plásticos. De manera complementaria, también practica el toreo de adorno, con pases como el trincherazo y, en ocasiones, torea por alto o da algún molinete. Como homenaje a Manolete, suele terminar con frecuencia sus faenas con manoletinas muy ajustadas.
No es un gran estoqueador, y de hecho ha perdido muchos triunfos por la espada, pero aun así ha sabido ejecutar la suerte de matar con el valor y la técnica necesarios para provocar la muerte del toro con eficacia.
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