La única oreja de la tarde fue
al esportón del extremeño Alejandro Talavante, quien quiso sumar alguna más del
quinto de la tarde y no viajo certero el acero, Ginés Marín no pudo redondear
la tarde que venía precedida del triunfo a ayer, ante un lote desigual de juego
y comportamiento, por su parte Ferrera estuvo a punto de tocar pelo, ante una
faena que no supo o no quiso ver el respetable y mucho menos el palco, que
otros días estuvo más ágil a la hora de sacar el pañuelo.
Galería del festejo.- Libertad Rodríguez
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