La vuelta al coso del baratillo del alicantino José María Manzanares y la nueva dimensión en su tauromaquia eclipso la alternativa del sevillano Lama de Góngora, como testigo de excepción Enrique Ponce con un lote infumable.
José María Manzanares dejó esta tarde en la Maestranza un nuevo concepto de poder y unas ganas inmensas de agradar y de sacar partido a cualquier oponente que se le pusiera delante.
Y a buen seguro que en su medida lo logró, fue capaz de enjuiciar dos faenas que no tenían una definición clara, ni por son, ni por condición y sin embargo, el tesón, las ganas y el arriesgar le propició por momentos lucir su tauromaquia, hasta que sus antagonistas se vieron sobrepasados y tomaron el camino de las tablas. No renunció en ningún momento a plantear guerra a sus oponentes y estos locos por quitarse de enmedio al ver que eran podidos, dos soberbias estocadas pegados a tablas, rubricaban sus faenas, con los toros rodaos por el albero sevillano, una nube de pañuelos solicitaban las orejas para Manzanares que lograba un apéndice en su primero y otro en su segundo con fuerte petición de otra y bronca a la presidenta por no concederla. El público estaba con el torero, por su actitud, sus ganas y el esfuerzo de la tarde. A punto estuvo de lograr otra Puerta del Príncipe.
El lote de Enrique Ponce, deslucido, desigual y muy soso, no permitió al de Chiva lucir ninguna de sus armas, a pesar de la prodigiosa mano de Enrique, que ve toro en todas partes. Pero cuando no tienes materia prima, es muy difícil conseguir un buen resultado.
El Toricantano Lama de Góngora, no tuvo el lote propicio para desarrollar una alternativa deseada, ni el primero, ni el sexto, dejaron al sevillano ninguna opción para demostrar que ya está en el nuevo escalafón superior. Muchas ganas y poco toro para esta alternativa soñada que no vio la luz. A buen seguro que vendrán otras tardes con mejores opciones para mostrar su buen concepto que atesora. Brindó su primero a su madre y el segundo a sus compañeros de cartel.
Ficha del Festejo
Toros de Victoriano del Río y Toros de Cortés (3 y 4), desiguales de presentación y faltos de todo.
Enrique Ponce, silencio / silencio
José María Manzanares, oreja tras aviso / oreja con fuerte petición de la segunda
Lama de Góngora, ovación / silencio
Incidencias.- Lleno de No Hay Billetes en tarde de agradable temperatura. Saludo Curro Robles en el primero de la tarde. Curro Javier y Luis Blázquez ovacionados con fuerza en el quinto tras dos buenos pares, sonó la música.
Lama de Góngora se doctoró con
el Número 35. De nombre “Amante”. Negro mulato. 532 kilos. (08/2010) de Victoriano
del Río.
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