Sevilla, una tarde gris, plomiza, lluviosa, y carente de fuerza.
Los elementos y el ganado, se toparon con dos jóvenes con deseos de triunfo.
Una tónica habitual de la tarde, irse a Portagayola. De nada sirvió, pues el ganado de la tarde, nada mas lejos de la nobleza y la embestida con ritmo y son. Careció de todo ello, mansos, con falta de fuerza y raza. Argumentos que denotan que no sirvió el ganado presentado para este mano a mano.
Tanto Nazaré como Jiménez Fortes, se han estrellado ante un muro, carente de cualquier valor, todo lo que intentaron hacer en el ruedo. Ruedo que por momentos fue frío con los toreros.
Predomino el silencio en todos los astados. ni una sola vuelta al ruedo, ni un saludo desde el tercio.
Lo intentaron todo, tercios de quites incluidos y nada llegaba a la grada, que cubría un tercio del coso Maestrante.
Sin duda alguna necesitaban de mayores argumentos para poder realizar una labor digna en una tarde plomiza. Sus antagonistas no dejaron ni un solo resquicio para el lucimiento del dueto. La tarde se fue apagando al mismo tiempo que se cubría de nubes y lluvia el ruedo Maestrante.
Una tarde mas en la Plaza mas importante del final de a Temporada. Y todo quedo en nada. Luces y sombras. Viento y lluvia. Toreros y ¿Toros?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario