La segunda sesión de ‘El toreo
contado’ colgó el cartel de ‘no hay billetes’
La segunda edición de ‘El toreo
contado’ organizado por la Empresa Pagés colgó el cartel de ‘no hay billetes’
en la sala Antonio Machado de la Fundación Cajasol. Los protagonistas, el
torero Manuel Escribano y el ganadero Victorino Martín, hablaron sobre el
indulto de ‘Cobradiezmos’ del pasado 13 de abril de 2016, que se proyectó en
vídeo.
La charla, conducida por el
periodista y director de ‘Toromedia’ José Enrique Moreno, comenzó tratando y
hablando de los sentimientos vividos aquella histórica tarde. “Fue magia y
éxtasis. Cuando vi ese pañuelo imagínate lo que me entró. Empezamos a hacer
cosas que ni sabíamos, se nos olvidó que el toro estaba allí”, comento el
torero de Gerena. Por su parte, Victorino añadió: “Ese día estábamos felices
todos, la gente de la plaza y nosotros. La felicidad se contagia y ese día todo
se desbordó”.
Escribano, que describió la
tarde como un sueño fresco en su mente, comentó: “Era el primer toro de
Victorino en el que me iba a la puerta de chiqueros. Con uno de Victorino me
daba miedo, me había ido con otros pero con uno de Victorino no”. Con la cara
desencajada -como se podía apreciar en vídeo- recibía el torero sevillano a
‘Cobradiezmos’, del que dijo: “Desde que lo vi me asombró su belleza y me entró
por el ojo”.
El ganadero habló de la reata y
la familia de ‘Cobradiezmos’: “Es de la familia de las ‘cobradoras’, esta
familia ha dado muchos toros importantes. Él fue el primer hijo de esa vaca”. Y
añadió: “Ya ningún toro se llamará ‘Cobradiezmos’, a los posibles hermanos los
condicionaría mucho”.
Con la proyección del vídeo,
los asistentes empezaron a entrar en calor y, como si de aquella misma tarde se
tratase, comenzaron a escucharse olés y comentarios como “mira donde lleva la
cara” o “cómo embiste y repite”. Un detalle desapercibido entre tanta clase y
bravura, fue que el toro escarbaba, a lo que respondió el ganadero: “Yo si me
di cuenta desde un principio. La perfección no existe, pero las virtudes
estuvieron tan marcadas que eclipsó todo lo demás. En nuestra casa los más
críticos con nuestros toros somos nosotros”, destacó.
¿Dudaste en algún momento?,
preguntó José Enrique Moreno a Escribano. “Hay un momento entre la primera y la
segunda tanda que voy caminando al toro y me dije, como no cuajes a este toro
te buscas la ruina para toda tu vida. Pero Igual que me dije eso supe lo que
tenía que hacerle”.
“No llega a estar lo firme que
estuvo y le llega a dar un tirón o un toque mal dado y no vemos al toro que
vimos”, apuntilló Victorino.
Otro detalle que pasó desapercibido
en aquella tarde fue que, por un tropiezo con el toro, Escribano perdió la
ayuda y se fue a por la espada de verdad. Con la gente tan volcada y con la
primera petición de indulto Escribano siguió toreando: “Me cuesta mucho torear
con la espada de matar, pesa mucho y la empuñadura es muy chica, por lo que me
puse a darle ayudados por alto. En uno de ellos me di cuenta que la ayuda
estaba en el suelo y la cogí y seguí toreando hasta que se produjo el indulto”,
relató.
En ese momento aún no lo tenía claro
el ganadero: “Hasta el rabo todo es toro. Sé lo difícil que es y hasta que no
las vi todas conmigo dudaba”. Ya lo había dicho antes Victorino: “El ruedo de
Sevilla es complicado. He visto toros venirse a menos y rendirse. Hasta el
final no puedes cantar victoria, he visto toros rajarse que no me lo podía ni
imaginar”.
¿Qué supone este día en
vuestras carreras?, preguntó de nuevo José Enrique. “Lo más importante para mí
es el orgullo y la satisfacción de poder conducir esa embestida y de estar a la
altura del toro, con eso lo demás me da
igual”, respondió Escribano. “Somos ya parte de la historia de Sevilla y de la
Tauromaquia. Supone que te pones el listón a una altura y que ya no te puedes
bajar de ahí”, comentó Victorino.
“Fue un indulto unánime. Hubo
una unanimidad absoluta. Se veía la cara de la gente llorando, es lo más grande
que puedes vivir como torero y como ganadero aún más”, dijo Escribano en los
últimos compases del acto. “Es un indulto que ha repercutido muchísimo. Me
satisfizo muchísimo escuchar la opinión de mis compañeros ganaderos”, dijo
Victorino.
Sevilla volverá a acoger en un
mes a los dos protagonistas en el mismo marco y volverá a soñar con la bravura
y la clase en las embestidas de ‘Cobradiezmos’. Se cerró el acto con una cerrada
ovación en memoria del torero sevillano Manolo Cortés.
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