VICENTE
PARRA ROLDÁN
Hace cuarenta años, la empresa
que regía el coso Monumental, la empresa Litri-Chamaco-Balañá, programó una
amplia y variada cartelería para el ciclo colombino, con cinco corridas de
toros, una novillada picada, una novillada con un cartel eminentemente femenino
y el habitual espectáculo cómico-taurino.
Se abrió el serial con una
corrida de Eloy Jiménez Prieto, que resultó mansa, sosa y sin repetir las
embestidas. El quinto fue un sobrero de Litri que tardeaba en embestir. Curro
Romero, de verde y oro, fue abroncado estrepitosamente al terminar con cada uno
de su lote; José María Manzanares padre, de grana y oro, faena valiente a un
manso peligroso pero falló con la espada, siendo aplaudido mientras que, en el
sobrero, no encontró la forma de centrarse con él y estuvo desconfiado, por lo
que fue pitado; y Currillo, de grosella y oro, estuvo bullidor con el capote y
estuvo mal matando pero puso de manifiesto voluntad por lo que escuchó algunas
palmas.
En la segunda corrida se
lidiaron toros triguereños de Gerardo Ortega, el segundo como sobrero, el
encierro fue toreable, sin peligro y al que le faltó alegría. Paquirri, de
purísima y oro, no alcanzó relieve en su primero mientras que le cortó una oreja
al cuarto tras una buena faena; Paco Alcalde, de nazareno y oro, realizó una
faena desigual y estuvo mal con los aceros pero obtuvo un trofeo, llevando a
cabo un trasteo insulso en el quinto, recibiendo algunas palmas; y Luis
Francisco Esplá, de amarillo con bordados negros, cortó una oreja a su primero
después de una faena asentada y no pudo lucirse con el sexto por lo que fue
aplaudido. Lo mejor de la tarde estuvo en el tercio de banderillas del primer
toro, protagonizado por los tres diestros.
Cuatro toros de Manuel Álvarez
y dos, que salieron en quinto y sexto lugares, de Litri, se corrieron en la
tercera del ciclo. Palomo Linares no pudo con el gazapeo de su primero y se
dividieron las opiniones y con el cuarto, un animal sin fuerza, recibió una oreja
que el diestro rechazó al igual que hizo El Niño de la Capea con la que obtuvo
de su primero, no pudiendo con la casta del toro de Litri por lo que fue
pitado; Manili, valiente y embarullado, recibió otra oreja mientras que estuvo
breve con el que cerró plaza.
Ese mismo día por la noche se
celebró una novillada protagonizada por mujeres. Los erales de Hidalgo Sánchez
Hermanos ayudaron a que Lola Maya cortara dos orejas mientras que Mari Cruz
Gómez, Isabel Reyes y Maribel Atienza obtuvieron un apéndice, siendo aplaudidas
Alicia Tomás y Mari Fortes.
Reses de Manolo González y uno,
en cuarto lugar, de Cebada Gago para la cuarta de Colombinas. Paco Camino, de
verde y oro, se lució al torear por redondo a su primero al que le cortó una
oreja mientras que no quiso exponer en el cuarto, siendo abroncado; El Viti, de
grana y oro, llevó a cabo dos trasteos muy lucidos para matar mal aunque cortó
una oreja en el segundo y el rabo en el quinto; Y Ángel Teruel, de tabaco y
oro, llevó una faena aseada a su primero cortando una oreja y estando breve en
el sexto, siendo silenciado.
Los festejos mayores se
cerraron con una corrida de Miura aunque en primer lugar saltó un toro de
Cebada Gago que reemplazó a uno del hierro titular por cojear visiblemente.
Ruíz Miguel se lució con la mano derecha para dar la vuelta al ruedo al acabar
con el primero, cortándole las orejas al cuarto tras realizar una faena con
temple y mando con ambas manos; José Luís Galloso estuvo desdibujado y ausente
toda la tarde, por lo que fue pitado por los tendidos y José Antonio Campuzano
toreó muy bien a su primero al que le cortó una merecida oreja, causando buena
impresión en el sexto en el que, al concluir, paseó el anillo entre ovaciones.
Y antes del cierre del amplio
ciclo, el espectáculo cómico – taurino – musical “El Bombero Torero y sus
enanitos” que llevó a muchos niños a los tendidos de la plaza para disfrutar
con sus parodias.
El ciclo colombino se cerró con
una novillada picada y con amplia presencia onubense. Se corrieron reses de
Hidalgo Rincón que ofreció, salvo el lote de Curro Méndez, grandes
dificultades, siendo un encierro manso y con poco que torear. El segundo fue
condenado a banderillas negras.
Curro Méndez, de grosella y
oro, realizó dos buenas faenas, ligando muy bien los pases, toreando con mucho
gusto con la mano derecha pero que no tuvieron premio por haber fallado en
demasía con las espadas por lo que todo quedó en sendas ovaciones recogidas
desde el tercio.
Imposible de lucimiento el
primero de Paco Aguilar, de verdegay y oro, que se lo quitó de encima con
brevedad mientras que al quinto le cortó una oreja después de una buena
actuación en la que sobresalió la valentía.
Cerró el cartel Miguel Conde,
de rosa y plata, cuyos deseos se estrellaron ante dos mansos descompuestos con
los que estuvo voluntarioso y matando con brevedad para ser aplaudido por el
público.
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