VICENTE
PARRA ROLDÁN
Al recordar el abono de hace 30
años, nos encontramos que estuvo compuesto por seis festejos, tres corridas de
toros, una de rejones, una novillada y un espectáculo cómico taurino. Además,
la temporada contó con tres festejos más, entre ellos la corrida mejicana.
Para empezar, señalar que el
ciclo comenzó el 30 de julio, con el festejo de rejones en el que se lidiaron
novillos de Dionisio Ortega. Joao Moura, tanto en su actuación individual como
en colleras con Rafael Peralta, cortó una oreja a cada uno de sus oponentes;
Rafael Peralta y Javier Buendía pasearon el anillo y Manuel Vidrié fue avisado.
Por colleras, Vidrié y Buendía fueron ovacionados.
El 31 de julio se presentaba
como novillero Miguel Báez Litri, aunque ya había actuado en la plaza de La
Merced en un festival celebrado el 12 de octubre de 1.984. Como novillero,
Litri actuó junto a Manolo Salas y Rafi Camino, lidiando reses de José Luís
Osborne. Aquella tarde, el joven Miki totalizó cuatro orejas mientras que Rafi
Camino obtuvo un trofeo y Manolo Salas dio la vuelta en el cuarto tras ser
avisado al acabar con sus dos oponentes.
El 1 de agosto es una fecha que
no olvidará José Luís Pereda García por cuanto, por vez primera en su historia,
la plaza de La Merced colgaba el ansiado cartel de “No hay billetes”. El
culpable de ello fue Juan Antonio Ruíz “Espartaco” que aquella tarde hizo el
paseíllo junto a José Ortega Cano y Tomás Campuzano para lidiar astados de los
Hijos de Celestino Cuadri. Tanto Campuzano como Espartaco salieron a oreja por
toro, mientras que Ortega Cano obtuvo un trofeo en el cuarto.
Al día siguiente, el 2 de
agosto, día histórico para Emilio Silvera que fue investido matador de toros
por José María Manzanares padre ante la presencia de Paco Ojeda. Para la
ocasión, el alicantino le cedió a Arrumbador, negro de capa, marcado con el
número 11 y 541 kilos de peso con el hierro y la divisa de Gabriel Rojas. El
toricantano paseó el anillo y cortó una oreja; Paco Ojeda salió a oreja por
toro y Manzanares paseó el anillo en el primero.
La jornada del día grande fue
protagonizada por Julio Robles, Pepe Luís Vázquez y Emilio Oliva, siendo este
último el único que cortase un trofeo pues el diestro sevillano y el gaditano
pasearon el anillo y el charro fuera ovacionado. En esa ocasión se lidió una
corrida de los Hnos. Sampedro que no dio buenos resultados para los actuantes.
Al día siguiente y poniendo
punto y final al ciclo colombino, se celebró el espectáculo cómico taurino del
Bombero Torero y sus enanitos, contando en la parte seria con Jesús Medrano.
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