Cuatro premios gordos fueron
los que salieron ayer en Sevilla, cuatro premios de triunfo importante, cuatro
toros de Puerta del Príncipe, cuatro animales cada uno con sus teclas y sus
cositas que se fueron para dentro con seis orejas sin cortar.
Cuatro sí fueron cuatro, las
bolitas que salieron ayer del bombo Maestrante para soñar el toreo, cuatro
fueron las oportunidades que hubo para salir de la plaza toreando por las
humedad calles del barrio donde Rinconete y Cortadillo hicieron de las suyas.
Cuatro sí cuatro, fueron las oportunidades.
¡Ay Curro cuanto te echamos de
menos!, escuché decir entre dientes al abuelo Pepe, un señor de avanzada edad y
sabia torea, que se siente cerca de mí en la localidad del cuatro. Que gusto
escuchar hablar a los sabios del toreo.
Cuánta razón lleva usted D.
José, cuanto se echa de menos el ver torear de verdad, el cargar la suerte como
mandan los cánones, engancharlo adelante y sacártelos en la espalda, templarlo
y mandarlo donde y como quieran las muñecas, cuánta razón D. José, cuánta
razón.
Al tiempo que D. José sentaba
cátedra con su breve, conciso y correcto comentario sobre lo que estaba
ocurriendo por allí abajo. Tuve que soportar la impertinencia de algún que otro
compañero, cuando al dirigirse a mí de forma personal y directa me suelta lo
siguiente.... “hombre, la verdad que debemos bajar la vara de medir a López Simón, ha
estado cumbre”. Sí exactamente la misma cara que acabas de poner, fue
la que a mí se me había quedado en ese momento. Me senté, suspiré, pensé y seguí
escuchando a D. José
Y entre los sabios comentarios
de D. José, los exabruptos del capitalino y el cante “Jondo” de un tío del
tendido, caballero se lo voy a explicar claramente la Real Maestranza de
Caballería de Sevilla es un plaza toros no un karaoke, fue pasando una tarde
que nos dejó, dos espadazos, dos orejas y un toreo profundo por momentos de
Manzanares. Las dudas y carencias de López Simón antes dos toros de triunfo
importante en Sevilla y las dos bolas negras que le salieron al “Maestro” de
Chivas.
D.
José,
esta tarde cuando vuelva usted a los ladrillos Maestrante y se siente a su lado
el capitalino, dígale con la verdad de viejo sabio.... “no sería mejor que en lugar de
bajar nosotros el listón, baje la mano el de Barajas, así nos quedamos tó
contento. Y aquí paz y después gloria....Digo yo”.
Mientras tanto eso ocurra, me
quedaré con ese refrán de sabio refranero castellano que decía.... “Más sabe el
viejo por viejo que por.....”.
Pues eso, ¡cuánto te echamos de
menos, Curro!
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