lunes, 14 de octubre de 2013

Forcados Amadores de Coimbra en la IV PInzoniana (España-Portugal)

PLAZA DE TOROS DEL DESCUBRIMIENTO-PALOS DE LA FRONTERA (HUELVA)

FORCADOS AMADORES DE COIMBRA (PORTUGAL)


El forcado es un mozo que participa en una suerte típica de las corridas de toros portuguesas. Actúan siempre en grupo por lo que a esta suerte se la denomina a menudo en plural: forcados. Es realizada por mozos aficionados (amadores), organizados en grupos, que esperan a pie firme en la arena al toro embolado y lo sujetan. el grupo consta de ocho hombres, uno de ellos es el forcado de cara y los otros siete son ayudas que auxilian a inmovilizar al astado.
Su nombre deriva de forcado, la horquilla que llevaban antiguamente los "mozos de forcado" para defender al palco real en las fiestas de toros. Estos mozos, pertenecientes en un inicio a la milicia, formaban parte de la guardia real y de ellos derivan directamente los forcados, que actualmente son profesionistas y estudiantes.
Los forcados, son grupos amadores, es decir aficionados ya que no cobran por su actuación, son varios hombres que en una corrida de toros "pegan" el toro. Cuando se ejecuta una pega, ocho hombres entran al ruedo, y su tarea o suerte es inmovilizar al toro, para después soltarlo, quedando solo el rabillador quien remata la suerte haciendo que el toro se mueva en círculos, el primero es el forcado de cara; los 
otros siete lo ayudan a inmovilizar al toro, habiendo uno (el rabillador) que asegura el rabo del toro, para intentar frenarlo, desestabilizándolo, para que al ser consumada la pega, sus compañeros puedan soltarlo (dar salida) sin ser embestidos por este; la formación es la siguiente: un forcado de cara, un primera ayuda, dos segundas ayudas, un rabillador y tres terceras ayudas.
Después de la reunión del forcado de cara con el toro, cabe a los ayudas la tarea de inmovilizar al toro para que la pega se considere realizada o consumada.
El rabillador es el responsable de rematar la pega haciendo que el toro no embista sobre los demás al soltarlo.
La pega, únicamente consiste en inmovilizar al toro, con el forcado de cara agarrado de la parte frontal de la cabeza del toro, es decir, entre los cuernos de este; si el forcado de cara quedase fuera de los cuernos, el toro no se considera pegado, por lo que es necesario volver a repetir la suerte.
En 1836 en Portugal, durante el reinado de Doña Maria II, fue decretada la prohibición de la muerte de los toros en el ruedo, y para complemento de la lidia de los cavaleiros (rejoneadores), se comenzó a pegar el toro.
Fue así que en siglo XIX tuvo formalmente origen la existencia de los forcados como la conocemos el día de hoy.
Descienden directamente de los antiguos "Monteiros da Choca", grupo de hombres que, utilizando un bastón terminado en horquilla llamado "forcado", defendían en la arena el acceso al camarote del Rey, que con el decreto de Doña Maria II fueron ellos quienes comenzaron a pegar los toros, evolucionando el nombre de Monteiros da Choca, para "Mozos de Forcado" o simplemente Forcados.
La pega ya se practicaba en algunas partes de Portugal sin llegar a ser un espectáculo, sino más bien una costumbre popular y la técnica ha ido sufriendo algunas alteraciones hasta nuestros días. La pega del toro no es la actividad brutal que puede parecer a las personas menos conocedoras, es un arte que se basa en una técnica precisa.
Se trata de un espectáculo de primer orden, peligroso y muy meritorio, aunque no irracional ni suicida, ya que cada pega tiene una técnica adecuada a las condiciones del toro.

Existen varios tipos de pegas, las más utilizadas en nuestros días son la pega de caras y la pega de "cernelha", esta última solo utilizada en Portugal.
En la pega de caras, el primer elemento, el forcado de cara, tiene como objetivo agarrarse de la cara del toro, después de haberse agarrado de los cuernos (a cornea) o del cuello (a barbela) del toro y amortiguado el choque de la embestida, no se espera que ese forcado asegure al toro el solo, sino que debe aguantar los derrotes con que el toro intenta deshacerse de él, hasta que los siete forcados restantes lleguen a ayudarlo, también con una técnica determinada; para de esta forma inmovilizar al toro y después liberarlo.
Existe un tipo de pega realizada solo en Portugal llamada pega de "cernelha", la cual obedece también a una técnica; realizada la mayoría de las veces como un recurso; ejecutada solo por dos elementos, el "cernelheiro" y el rabillador, esperan a que el toro sea guiado por cabestros para intentar la suerte. De esta manera la tentativa de pega es hecha por un elemento agarrado de lado izquierdo del toro y otro del rabo del toro, con el mismo objetivo, inmovilizar al toro.
En la pega, la estética está siempre presente. El forcado vale por su serenidad y sangre fría, pero también por su cualidad artística. No necesita valerse de fuerza bruta, antes bien, deberá desenvolver cualidades psicológicas, por lo que se dice que la pega es en realidad arte.

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