La sensibilidad y la coherencia
no están reñidas con tus pensamientos, ante todo se persona.
Así se expresa María Coco Hernando en su cuenta de
Facebook ante los continuos ataques y aberraciones que están sufriendo la viuda
y los familiares del torero segoviano Víctor Barrio.
Me remito a la frase de su
viuda Raquel Sanz en referencia a
los comentarios que ha sufrido y tenido que soportar “son personas pero no humanas”.
El Caso de María Coco Hernando
es todo lo contrario, da un claro ejemplo de coherencia, dignidad y sentido a
las cosas. Bravo por ti María.
Carta
íntegra que María Coco Hernando publicó en Facebook
No
le conocía, pero duele.
No
soporto la 'Fiesta Nacional', no soy taurina, no iría a una plaza ni entiendo
esta pasión, bien, pero duele, por encima de todo ello, duele. Duele la muerte
de un hombre de 29 años, más allá de su profesión, de sus sueños.
Duele
una muerte voraz, sin tiempo para un beso, sin minutos para una despedida, para
un 'te quiero' o para un 'sigue sin mí, pero sigue fuerte'... Duele la pena que
deja, duele su vida truncada, duele su pareja, duelen sus padres, duele cada
uno de sus amigos. Duele, y no puedo entender que no duela. Duele tanta maldad,
tanta mezquindad, tanta arrogancia, tantos comentarios envenenados, me duele él
y me duele vivir en una sociedad tan enferma... Asomarse a este patio de
vecinos, a veces, duele más que la realidad.
Dónde
estés, Víctor, me dueles, como paisana, pero, lo más importante, como humana.
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