La ganadería propiedad de
Victoriano del Río Cortés fue adquirida en 1.985, comprando las reses que se
lidiaban a nombre de El Retamal. Eliminó todo y formó una nueva con lotes
adquiridos a Juan Pedro Domecq Solís, a Luís Algarra y a Jandilla a lo que, con
posterioridad, agregó un lote de vacas y sementales de El Torreón. Por tanto,
todas las reses proceden del encaste Domecq.
La divisa es negra y amarilla
mientras que la señal es muesca en ambas orejas. El hierro tiene una antigüedad
de 12 de julio de 1.942 y las reses pastan en las fincas El Palomar, Las
Praderas y Medianillo en Guadalix de la Sierra; Majacarcena y Los Cuarteles de
Miraflores de la Sierra y El Bollón del Soto del Real, localidades todas ellas
situadas en la provincia de Madrid. Propiedad del mismo ganadero es otra
ganadería que se anuncia a nombre de Toros de Cortés.
Las reses suelen ser de capas
negras, presentándose también las coloradas, castañas y tostadas. Entre las
particularidades de la capa se dan el bragado, meano, listón, chorreado,
salpicado, siendo muy característica la presencia de burracos y también
aparecen los lombardos y garantillos.
La morfología típica de los
toros de Victoriano del Río se corresponde con los de su origen Domecq. Son
ejemplares brevilíneos y elipométricos, bajos de aguja, cortos y armónicos. La
cabeza es de tamaño mediano, con las encornaduras bien dispuestas pero sin
excesivo desarrollo y muy astifinas, abundando los bien armados, tocados con
abrochados y corniapretados. Suelen ser hondos, con apreciable papada y de
cuello largo y armónico, con buen desarrollo del morrillo. La grupa está bien
conformada aunque a veces es reducida. Las extremidades son cortas, fuertes y
con pezuñas pequeñas.
Esta ganadería debutó en la
plaza de La Merced el 3 de agosto de 2.012 al lidiar José Tomás un astado al
que le cortó una oreja. Suele estar presente en las grandes ferias y este año
estuvo anunciada en la feria de Sevilla y en San Isidro. En el primero de los
festejos se lidiaron cuatro reses del hierro titular y el lote de Miguel Ángel
Pereda fue de Toros de Cortés. Las reses, en general, tuvieron un juego muy
desigual y con ellas, Morante de la Puebla fue silenciado en su segundo y
escuchó palmas y dos avisos en el otro. El Juli cortó una oreja y fue avisado
en el otro mientras que Miguel Ángel Perera oyó un aviso en su primero y saludó
en el que cerró plaza.
En Las Ventas y en la Corrida
de la Beneficencia se lidiaron tres toros de Victoriano del Río, salidos en 1º,
2º y 6º lugares y otros tantos de Toros de Cortés, que tuvieron buen juego en
líneas generales y que propiciaron el triunfo de José María Manzanares en el
quinto y de López Simón en el tercero. Sebastián Castella fue avisado en el
primero y recibió una ovación en el cuarto; silencio para José María Manzanares
y dos orejas con petición de rabo, tras un aviso, en su segundo; y López Simón,
dos orejas con algunas protestas, saludando en el que cerró plaza.
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