Francisco Carrasco Serrano,
“Curro Frijones” en los carteles taurinos, nació en Huelva de 1.918 y, desde
muy joven mostró sus inquietudes taurinas, aprendiendo el oficio en la escuela
taurina amén de su asidua concurrencia a capeas, faenas de campo y encerronas.
Toreó por primera vez en
público en una becerrada celebrada en Huelva el 5 de junio de 1.931. Siguió
toreando sin interrupción y obtuvo algunos triunfos importantes, como le
sucedió el 8 de septiembre de 1.934 en la que actuando junto a Rafael Ortega
“Gallito” y Mendoza, le cortó cuatro orejas y dos rabos a los novillos de
Moreno Santamaría. Este año de 1.934 fue muy importante en su carrera pues
alternó en más de treinta festejos.
Al año siguiente, bajó el
número de festejos aunque obtuvo triunfos importantes en las provincias de
Cádiz y Huelva, debutando en la capital el 5 de mayo de 1.935 alternando con
Venturita y El Nene ante novillos de Villamarta. En esta ocasión no estuvo
afortunado y cundió el descontento general entre los aficionados que achacaron
a diferentes causas su deficiente actuación. Ese día, Curro Frijones tuvo el
Santo de espaldas, le faltó coraje y le sobró desgana, emborronando actuaciones
anteriores.
La Guerra Civil Española cortó
su trayectoria aunque lograse torear algunos festejos como sucedió en la
corrida benéfica organizada por Falange Española Tradicionalista y de las JONS
el 11 de septiembre de 1.938 en la que actuaron Manolete, Pepe Luís Vázquez y
el torero onubense. Aquella tarde, Manolete fue ovacionado en su lote; Pepe
Luís Vázquez cortó los máximos trofeos al segundo mientras que Curro Frijones,
que padecía molestias en el brazo derecho a consecuencia de una lesión sufrida
en el frente consiguió salir muy airoso de su actuación, dando la vuelta al
ruedo en su primero y escuchando una gran ovación en el quinto.
Posteriormente, y durante la
temporada de 1.940 y siguientes bajó el número de actuaciones y cuando ya
estaba prácticamente retirado, el 6 de junio de 1.948 y con el apodo de
“Gitanillo de Huelva” se vio anunciado en la plaza de toros de Vistalegre de
Madrid para lidiar una novillada de Frías Hermanos con Gumer Galván y Manuel
del Olmo.
El diestro onubense salió al
ruedo dando muestras de un extraño desconcierto que aumentó al sufrir el
diestro una aparatosa voltereta al veroniquear, motivando que la presidencia
ordenase su retirada por dar visibles muestras de hallarse en condiciones de
inferioridad física. Según el parte facilitado en la enfermería, Gallito sufría
síntomas de intoxicación etílica. El diestro pasó a la Dirección General de
Seguridad.
Tras este incidente estuvo sin
torear hasta el año 1.950 en la que, en la feria de la Cinta, actuó junto a Pepe
Gallardo y a Joselito Romero. Fue su despedida de la actividad profesional.
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