Vicente
Parra Roldán
En la
primera corrida de la feria sevillana del año 1.957 se corrieron reses de don
Antonio Pérez Tabernero por parte de Miguel Báez “Litri”, el portugués Paco
Mendes y Jaime Ostos que se presentaba como matador de toros en dicho coso.
Y el
festejo no comenzó bien para el onubense, cuya presencia había levantado gran
expectación entre el público, donde se encontraban muchos onubenses. Y el
primero de la tarde, de nombre “Almohadilla” no dio muchas facilidades con el
capote por lo que Litri no pudo lucirse.
Ya
con la muleta, el onubense intentó bajarle la cabeza a su oponente; después le
bordó el toreo en cinco redondos, llevando muy bien al toro en los vuelos,
ligados, con quietud, confiado y mandando. El público coreó los pases
presagiando que Litri cuajaría una gran faena.
Pero,
al correr de otro pase, el toro humilló sin seguir el engaño, cogiendo al
diestro onubense, suspendiéndole en el aire y volviendo a cogerlo en el suelo.
La cogida causó impresión en los graderíos pero, afortunadamente, al poco
tiempo corrió la noticia de la no gravedad del percance.
Litri
sufrió una herida en el escroto y una fuerte contusión abdominal, lo suficiente
para no poder continuar la lidia ni torear la corrida del día siguiente en la
que también estaba anunciado.
Con
la cogida del diestro onubense, la corrida perdió mucho interés en la
estimación del público, quedando el festejo en un mano a mano en el que ninguno
de los dos espadas brillaron.
El
torero onubense pasó la noche en la clínica del doctor Leal Castaño y estuvo
acompañado por su madre y hermana que viajaron rápidamente a Sevilla tras
conocer el percance. Litri reaparecería unos días más tarde, concretamente el
12 de mayo en la feria de Jerez
No hay comentarios:
Publicar un comentario