sábado, 13 de julio de 2013

El Origen del Toro de Lidia.

Existe una gran controversia respecto al origen de las razas de los bovinos y como los ancestros prehistóricos que dieron lugar a las actuales razas de ganado vacuno han desaparecido, las teorías que pretenden explicar su origen son varias y las evidencias fósiles pocas, así que tratare de explicarlas en forma sencilla.

Durante los primeros tiempos de la época terciaria (hace aprox. 66 millones de años) vivieron animales del género Anoplotherium, que eran cuadrúpedos ungulados caracterizados por colmillos, cortos y débiles, algunos individuos ya tenían la capacidad de rumiar. Se les considera el tronco ancestral de los Artiodáctilos bisuicos o mamíferos de pezuñas pares (ancestros de bisontes, bovinos, ovinos, venados, jirafas, hipopótamos, camellos, etc.) que habitaron en la tierra en la época del paso de Paleoceno al Eoceno en Asia para extenderse hacia Europa y posteriormente América.


Para poder entender el origen del toro, tenemos que remontarnos al Plioceno (último periodo de la Era Terciaria), hace aproximadamente 2 millones de años en la India, en donde existieron unos animales pertenecientes al género Bos Acutifrons, que ha sido considerado el ancestro de dos clases de rumiantes dotados de cuernos de gran tamaño, el Bison y el Uro o Auroch, individuos que habitaban en Europa en el Pleistoceno (era cuaternaria, 1.8 millones de años) y que se fueron extendiendo paulatinamente hacia el mediterráneo.
Este Auroch era un toro de gran alzada, con dimensiones notables 1.5 a 2 metros de altura y dotado de grandes cuernos, con variadas vueltas que terminaban, finalmente en puntas ligeramente hacía arriba. Su capa era negra, dotado de una franja blanquecina a lo largo del dorso de color blanquecino, melena rizada entre los cuernos (el cari fosco o meleno actual). También existían las capas castaña y cervuna, que aún persisten en el toro bravo y el ganado vacuno de marruecos.
Existen dos teorías sobre la evolución del Uro; la teoría monofilética y la polifilética:
La teoría monofilética considera al Bos taurus primigenius o Uro o toro salvaje originario de Europa del período neolítico (9,000 a 4,000 años A.C.) que ha sobrevivido hasta el siglo XVIII, como único ascendiente del toro de lidia (en el año de 1627 muere la última hembra descendiente directa del Uro en el bosque de Jaktotow en Polonia) aunque hay referencias de bovinos salvajes en los bosques hasta 1818.
Las demás especies del género Bos, son subespecies o razas del Bos taurus primigenius, como es el caso del Bos taurus braquiceros, quienes muchos autores dicen que descienden todas las razas bovinas actuales.
La teoría polifilética, apoya la existencia de varias formas de Uro primitivo cuyo origen lo sitúan en Asia, pero no hay unanimidad a la hora de determinar cuantas variedades existieron.
Un grupo admite solamente dos formas: una aluvial o Bos taurus primigenius de Bojanus, que se hallaba en gran parte de Europa y del cual existen vestigios en las pinturas rupestres de Altamira, la cueva del Prado del Navazo y Lérida y la otra diluvial o Bos taurus braquiceros de Meyer de cuernos cortos.
Otro grupo admite la existencia de varias formas prehistóricas de Uros que evolucionaron paralelamente aparte de los descritos anteriormente y que dieron origen a las razas actuales.
Un grupo más, incluso concede muy poca importancia al Uro, afirmando la existencia de un toro prehistórico que se dividió en varias ramas, pero actualmente no ha sido demostrada su existencia por investigación, teniendo en cuenta, que de haber existido, debió haber una gran población de estos ejemplares, pero no se han encontrado fósiles hasta ahora.
Al extinguirse el Uro o Auroch y exterminarse el bisonte en la parte central y occidental de Europa, su nombre se aplicó en forma indiscriminada; todo bóvido grande y salvaje que habitara en los bosques, era un Auroch, pero gracias a la paleontología y mediante el estudio de fósiles se ha demostrado lo siguientes: El Auroch o Uro, fue un vacuno salvaje ancestro de todas las razas bovinas domésticas actuales y el género Bos, como el grupo que designa a los bóvidos salvajes (que nada tiene que ver con los bisontes, que son del género Bison). Los naturalistas europeos del siglo XVIII, confundían al Uro, con el bisonte Europeo, pero en el siglo XIX, con el descubrimiento de fósiles tanto de Uros como de bisontes se despejó la duda y se nombró una especie nueva para el Uro, el Bos primigenius, posteriormente, nuevos estudios determinaron una relación más estrecha entre el Uro y las vacas domésticas, quedando finalmente los uros como la subespecie Bos Taurus primigenius.
Todas las razas de bovinos, incluyendo al toro de lidia, proceden del Uro primitivo (Bos primigenius) presente en el norte de África, Europa y Asia desde hace 500,000 años, tiempo durante el cual fueron evolucionando hasta convertirse en sus descendientes, el Bos Taurus primigenius, que aparece sobre la faz de la tierra hacia los años 9,000 al 4,000 A.C. (según fósiles encontrados en Grecia, Turquía e Irán, que datan de hace 7000 años A.C.), que por su mayor adaptación al medio y a la domesticación sobrevivió; por ello, no es de extrañar encontrar similitudes entre los toros en estado semisalvaje en las distintas regiones europeas como Escocia y Suiza, principalmente.
En cualquier caso, se han descubierto en Europa varias formas fósiles cuyas características son semejantes a las de los bovinos actuales, considerándose como troncos originarios de ellas y son las siguientes:
-         Bos taurus primigenius de Bojanus, que parece ser in descendiente braquicéfalo del Bos primigenius; según algunos naturalistas, las razas actuales incluyendo el toro de lidia, se derivan de él; se localizaba en la cuenca del mediterráneo y norte de África.
-         Bos taurus braquiceros, cuyos restos indican que habito en el neolítico inferior en Europa, derivado del Bos primigenius y se cree que ejerció gran influencia en la evolución de las razas actuales.
-         Bos taurus frontosus, fue un ejemplar con una característica muy importante, los cuernos en forma de rueda y un gran dimorfismo sexual: se admite como un mutante del Bos primigenius y se cree que de aquí descienden algunas razas de leche y carne europeas.
-         Bos taurus aqueratus, también fue un mutante, cuya principal característica fue la carencia de protuberancias óseas en el cráneo (cuernos).
-         Bos taurus braquicefalus, presentaba una mutación que lo distinguía claramente de su ancestro, poseía una hipófisis poco desarrollada, característica que se transmitía por herencia.
Hablamos de millones de años de evolución, así que es muy difícil seguir la huella de todo el árbol genealógico de las razas bovinas; de estas primeras ramas genéticas que, con el paso de los años, las glaciaciones, modificaciones ambientales, avance en la evolución del hombre sobre la tierra y el lugar geográfico en que se establecieron cada una de ellas, fueron dando origen a otros descendientes del Uro y las razas en que derivaron:
-         Bos taurus célticus, que dio origen a los vacunos del norte de España, Portugal, Francia e Inglaterra.
-         Bos taurus africanus, que habitó en Egipto, marruecos y todo el norte de África.
-         Bos taurus ibéricus, que se situó en el centro de la península y es el que da lugar al toro de lidia, Avileño-negra ibérica, Morucha, Zamorana y negra Andaluza.
-         Bos taurus longifrons, que se estableció en Inglaterra y los países nórdicos.
-         Bos taurus namadicus, que se estableció en Asia y la India y dio origen al Bos taurus indicus, de donde se derivan las razas cebuínas.
-         Bos taurus turdentanus, se estableció en Egipto, de ahí emigraron a España y por la costa llegaron a los Pirineos; unos dieron origen a la raza rubia gallega y otros pasaron a Francia en donde posteriormente dieron origen a las razas Blond d’aquitaine,  Limousina, Salers, Charoláis, entre otras, de ahí emigraron a Inglaterra, donde originaron las razas Devon, Lincoln y Red Polled, entre otras.
-         Bos taurus cántabro, que es intermedio entre los anteriores, pero es un tronco étnico independiente, de él descienden las razas Asturiana, Tundaca, Alistana-sanabresa.
Hace unos 10,000 años, los seres humanos del neolítico descubrieron que capturar animales, domesticarlos y mantenerlos vivos para utilizarlos cuando fuera necesario, les permitía reducir la incertidumbre que, en relación con las posibilidades de alimentación, les suponía el hecho de tener que depender de la caza. El proceso debió de constar de un periodo de pre domesticación en el que en un primer momento, los seres humanos habituaron a sus presas a su presencia, mientras las seguían en su búsqueda de alimento, para posteriormente irlas reteniendo; esto, hace suponer, que ellos mismos tenían que encargarse de suministrar alimento a los animales. Así consiguieron domesticar varias especies, encargándose de mover los rebaños de unas zonas de pasto a otras, emulando las migraciones naturales de ellos mismos, pero ahora bajo su control.
Una de las primeras formas de cría del Uro (Bos primigenius), tiene su origen al ser mantenidos grupos de animales, en recintos fuera de los campamentos e irlos seleccionando inicialmente en función de la forma de los cuernos (que recuerda la imagen de la luna creciente) para utilizarlos en rituales religiosos dedicados precisamente a la Diosa Madre Luna.
También la evolución de las técnicas de caza parecen haber favorecido el proceso de domesticación de los bovinos: el hombre empieza de hecho a organizar verdaderas batidas, empujando a los animales al interior de los grandes recintos, pantanos, precipicios, cañadas, etc. en donde la mayoría de las veces, el número de animales capturados era superior al que podía ser consumido en tiempo útil para que no se pudriese la carne y eran mantenidos en recintos o llevados en caso de necesidad para fines alimenticios y/o religiosos.
Con el tiempo, vieron que daban leche y fueron seleccionando a las madres más dóciles para ordeñar y cruzándolas entre ellas para que dieran más leche; también a los ejemplares de ganado que engordaba mas rápido y se dejaba manejar más fácilmente, para obtener más carne y desde entonces, fue seleccionando al toro de lidia por su bravura y fiereza, hasta lograr a través de los siglos el toro español de hoy en día y posteriormente después de la conquista, al hermoso toro de lidia mexicano.

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