lunes, 21 de octubre de 2013

Javier Buendía en la Peña Taurina José Doblado de Palos de la Frontera.

JAVIER BUENDÍA SIGUE MAESTRO

"Brillante apertura del ciclo de charlas de la peña José Doblado El veterano rejoneador Javier Buendía fue el gran protagonista de una charla que moderó Manuel Acosta.

UN maestro, un señor del rejoneo, un tipo comprometido con su propia figura y el rejoneo que ejerció en los ruedos durante muchas temporadas. Esa fue la figura que anoche volvió a ejercer ante el público un rejoneador grande en humanidad y en su profesión.

Y es que Javier Buendía fue el primer acierto de este nuevo ciclo de conferencias que en la tarde de ayer echo a rodar de nuevo bajo la batuta de la peña taurina José Doblado.

Fue el profesor universitario, periodista y colaborador habitual de este medio en temas ecuestres, Manuel Acosta, el encargado de templar con buen tino y fina rienda una entrevista muy cálida y humana, así lo transmitió el personaje, en torno a la figura de un rejoneador que comenzó echando mano de sus primeros inicios a caballo, cuando hubo de fijar su mirada en los primeros tentaderos que Alvarito Domecq protagonizaba en su casa.

"Ahí fue donde yo empecé a interesarme por todo lo que un hombre montado a caballo era capaz de hacer frente a un animal bravo cuando se echaba el cerrojo de la placita de tientas".

El recuerdo imborrable de unos recuerdos donde todo estaba en otro son. "Eran tiempos difíciles para cualquiera, pocos te echaban una mano y sin embargo el recuerdo del compañerismo y el afecto que encontré en Álvaro Domecq fue el gran impulso de vivir de una vez por todas pegado a la profesión que fue mi vida".

No rehúye la palabra Buendía. Pocas y templadas para decir sin aspavientos que "hoy hay muchos caballos que me enamoran porque parece que la genética les hace salir ya casi toreros, pero yo tengo claro que no los cambiaría por ninguno de los que tuve, porque aquellos fueron los caballos que acompasaron ese rejoneo que yo sentía. Un rejoneo que hoy echo de menos en las plazas porque lo que encuentro es muy parecido. Es verdad que Pablo Hermoso es un gran señor a caballo, pero ese estilo ya lo había traído a lomos de un caballo Joao Moura con Ferrolho y otra cuadra importante. Después Pablo lo ha depurado y ha hecho otras cosas nuevas, pero de allí partieron muchas cosas.

Por otro lado tengo que decir que hoy hay mucha gente joven que ilusiona y que es muy válida para llevar el rejoneo a todo lo alto. A mí particularmente me gusta Leonardo Hernández".


La noche se metió entre los vericuetos y los recuerdos a los grandes caballos que le hicieron triunfar en sus plazas mágicas, "Sevilla y Huelva fueron sitios donde yo sabía que la gente me quería. Madrid nunca me gustó y si en cambio la seriedad de Bilbao. Mis recuerdos están llenos de caballos que llenaron mi vida de sensaciones importantes. Es difícil de olvidarse de caballos como Girasol, Japonés o Marqués que fueron estrellas en mi cuadra". Lo dicho todo un señor y un lujo en esta brillante apertura."

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