JAVIER BUENDÍA SIGUE MAESTRO
"Brillante apertura del
ciclo de charlas de la peña José Doblado El veterano rejoneador Javier Buendía
fue el gran protagonista de una charla que moderó Manuel Acosta.
UN maestro, un señor del
rejoneo, un tipo comprometido con su propia figura y el rejoneo que ejerció en
los ruedos durante muchas temporadas. Esa fue la figura que anoche volvió a
ejercer ante el público un rejoneador grande en humanidad y en su profesión.
Y es que Javier Buendía fue el
primer acierto de este nuevo ciclo de conferencias que en la tarde de ayer echo
a rodar de nuevo bajo la batuta de la peña taurina José Doblado.
Fue el profesor universitario,
periodista y colaborador habitual de este medio en temas ecuestres, Manuel
Acosta, el encargado de templar con buen tino y fina rienda una entrevista muy
cálida y humana, así lo transmitió el personaje, en torno a la figura de un
rejoneador que comenzó echando mano de sus primeros inicios a caballo, cuando
hubo de fijar su mirada en los primeros tentaderos que Alvarito Domecq
protagonizaba en su casa.
"Ahí fue donde yo empecé a
interesarme por todo lo que un hombre montado a caballo era capaz de hacer
frente a un animal bravo cuando se echaba el cerrojo de la placita de
tientas".
El recuerdo imborrable de unos
recuerdos donde todo estaba en otro son. "Eran tiempos difíciles para
cualquiera, pocos te echaban una mano y sin embargo el recuerdo del
compañerismo y el afecto que encontré en Álvaro Domecq fue el gran impulso de
vivir de una vez por todas pegado a la profesión que fue mi vida".
No rehúye la palabra Buendía.
Pocas y templadas para decir sin aspavientos que "hoy hay muchos caballos
que me enamoran porque parece que la genética les hace salir ya casi toreros,
pero yo tengo claro que no los cambiaría por ninguno de los que tuve, porque
aquellos fueron los caballos que acompasaron ese rejoneo que yo sentía. Un
rejoneo que hoy echo de menos en las plazas porque lo que encuentro es muy
parecido. Es verdad que Pablo Hermoso es un gran señor a caballo, pero ese
estilo ya lo había traído a lomos de un caballo Joao Moura con Ferrolho y otra cuadra
importante. Después Pablo lo ha depurado y ha hecho otras cosas nuevas, pero de
allí partieron muchas cosas.
Por otro lado tengo que decir
que hoy hay mucha gente joven que ilusiona y que es muy válida para llevar el
rejoneo a todo lo alto. A mí particularmente me gusta Leonardo Hernández".
La noche se metió entre los
vericuetos y los recuerdos a los grandes caballos que le hicieron triunfar en
sus plazas mágicas, "Sevilla y Huelva fueron sitios donde yo sabía que la
gente me quería. Madrid nunca me gustó y si en cambio la seriedad de Bilbao.
Mis recuerdos están llenos de caballos que llenaron mi vida de sensaciones
importantes. Es difícil de olvidarse de caballos como Girasol, Japonés o
Marqués que fueron estrellas en mi cuadra". Lo dicho todo un señor y un
lujo en esta brillante apertura."
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